Se me ha pasado una parte de la vida,
con dulces y amargos, principios y finales,
y por fuerza uno aprende y aprende, como decía Borges...
Despedirse es triste y necesario,
y lo asumo cada vez con más tesón y menos amargura,
porque si algún sentido tiene estar aquí y ahora
es que el camino valga siempre la pena.
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