Hay días extraños, en los no pasa nada. No son ni buenos ni malos, son simplemente días, horas que pasan con la sensación incómoda de estar perdiendo un tiempo, sin saber mucho para qué podría servir ese tiempo que lo justificara mejor. A menudo tengo esa sensación, que no es aburrimiento porque no es un vacío, sino un lleno de muchísimas cosas que por una horas parecen no jugar ningún papel, que están en espera dentro o fuera de mí, que prometen, duelen a ratos, hacen soñar o recordar, agobian o pasan desapercibidas, según el día.
En esos momentos solo se me ocurre quedarme en pausa, escuchar música, leer o escribir algo, es la mejor forma que tengo de justificar esos instantes, la única muestra de que sigo viva a pesar de sentirme quieta. Es el instante extraño justo anterior a que pase algo.
miércoles, octubre 03, 2007
que pase algo
Etiquetas: pensando...
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