miércoles, septiembre 26, 2007

Dios existe

El sábado compré un libro, de noche en una librería abierta en Madrid por el evento de la Noche en Blanco, con una copa de cava en la otra mano, unos hombres-libro leyendo poesía con un micro algo rebelde y viendo una lluvia espesa en el contraluz de las farolas de la calle.

El sábado, y desde el jueves en Madrid, y más a menudo desde hace un tiempo en donde esté... hay momentos importantes, buenos, simples a veces, pero importantes: conversaciones, sonrisas, trasnoches, anécdotas, comidas, ideas, propuestas, descubrimientos... y las ganas de contarlo y compartirlo modesta y relajadamente.

El caso es que he ido leyendo en el avión algunos de los artículos del libro, Días aún más extraños de Ray Loriga (que además es manifiestamente de los tíos más atractivos del panorama literario "joven"), y me han parecido interesantes algunas de sus ideas y cómo las escribe. Y hay una que en cierto modo enlaza con ese estado de ánimo de los momentos importantes que vivo y comparto en estos tiempos. Dice, en un artículo de crítica a la censura de una película en Madrid por parte del obispado, por irreverente:

Dios existe en la caverna de nosotros mismos desde que el hombre es hombre, en esa línea de sombra que separa nuestra esperanza de nuestro miedo. No precisa de soldados que lo guarden.

Entre la esperanza y el miedo, en el espacio que queda entre estar vivos y aprender a vivir, podría estar ese Dios del que habla. Me hace pensar en una idea de espiritualidad abierta que se puede defender desde muchas posturas y credos más o menos personales; y me hace pensar en la felicidad ligada a ese equilibrio entre esperanza y miedo, un equilibrio que comprendo ahora de una nueva forma y que simplemente deseo explorar.

¿Mi Dios? existe sin duda, pero no tiene un solo nombre y se lleva bien conmigo.

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