Hoy te he dejado ahí, en tu último aparcamiento, en el hogar de la chatarra multicolor, de los gatos y de la señora Cristina, tan amable en su destartalado mundo. Me alegra haberte dejado en un lugar con cierta belleza al fin y al cabo.
Qué absurdo no tener ninguna otra foto tuya ahora, las de tu juventud (la nuestra) no eran ni siquiera digitales, y apareces en tantas... Hace diez años y casi 200.000 km que nos conocimos y hoy no tengo a mano más imágenes que la última.
Supongo que siempre y para todo hay finales mejores (yo hubiera preferido no darte ese golpe al final), pero lo que cuenta es llegar hasta ahí, y los dos hemos llegado. Porque los objetos tienen el alma de quien los usa, de quien los convierte en sus compañeros, de quien los comparte y los cuida. Y tú tienes un nombre y tienes un alma, porque yo te los doy y punto, porque has sido mi libertad, mi viaje, mi música, mi refugio, mis alas... tú, Toni, tienes un lugar en mi alma y en mi recuerdo, porque basta con que uno lo sienta para que exista. Contigo se abrió una etapa, la nuestra, y sin ti se cierra, simplemente eso.
Te rindo homenaje y te doy las gracias, con una canción de despedida preciosa en versión de John Coltrane, de 1961.
martes, noviembre 06, 2007
B-8570-TN
Etiquetas: pensando...
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