viernes, julio 24, 2009

optimismo

Tengo una sensación de claro optimismo;
suele pasarme
esto de tener sensaciones extremas,
sin demasiada mesura.
Y a veces lo agudo en mí es
la melancolía, y una especie de
vacío cargado de miedo.
Pero otras veces, como ahora,
sentada a la sombra, ante el verde iluminado
del jardín de mi madre,
siento la profunda convicción de que
nos espera un futuro
feliz, lleno.
Respiro y escribo,
para que la verdad de esta alegría
me penetre y quede dicha,
para que cuando me asalten de nuevo
los temores y las dudas
la lectura de estas palabras
me traiga de nuevo aquí,
a esta sombra,
a este instante sencillo en el que,
sin vacilar declaro
la posibilidad de todo lo bueno.

2 comentarios:

Nuria dijo...

Precioso. Regresemos siempre a la sombra que nada tiene que ver con la oscuridad.

b. dijo...

Gracias Nuria. La sombra es un osais de reposo cuando hay luz al otro lado.

 
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