domingo, febrero 28, 2010

noche de domingo

En esta noche de domingo, dulce y extraña, he buscado un poco de reposo en la poesía, y me encontrado con Gil de Biedma y Pessoa, entre otros poetas y versos. Los posteo aquí, sin más.

He pasado toda la noche sin dormir

He pasado toda la noche sin dormir, viendo,
sin espacio tu figura.
Y viéndola siempre de maneras diferentes
de como ella me parece.
Hago pensamientos con el recuerdo de lo que
es ella cuando me habla,
y en cada pensamiento cambia ella de acuerdo
con su semejanza.
Amar es pensar.
Y yo casi me olvido de sentir sólo pensando en ella.
No sé bien lo que quiero, incluso de ella, y no
pienso más que en ella.
Tengo una gran distracción animada.
Cuando deseo encontrarla
casi prefiero no encontrarla,
Para no tener que dejarla luego.
No sé bien lo que quiero, ni quiero saber lo que
quiero. Quiero tan solo
Pensar en ella.
Nada le pido a nadie, ni a ella, sino pensar.

Fernando Pessoa


Amor más poderoso que la vida

La misma calidad que el sol de tu país,
saliendo entre las nubes:
alegre y delicado matiz en unas hojas,
fulgor de un cristal, modulación
del apagado brillo de la lluvia.

La misma calidad que tu ciudad,
tu ciudad de cristal innumerable
idéntica y distinta, cambiada por el tiempo:
calles que desconozco y plaza antigua
de pájaros poblada,
la plaza en que una noche nos besamos.

La misma calidad que tu expresión,
al cabo de los años,
esta noche al mirarme:
la misma calidad que tu expresión
y la expresión herida de tus labios.

Amor que tiene calidad de vida,
amor sin exigencias de futuro,
presente del pasado,
amor más poderoso que la vida:
perdido y encontrado.
Encontrado, perdido...

Jaime Gil de Biedma

noches de boda

Hace unos días cantamos juntas esta canción, hoy la posteo para que aquí quede eso (no he encontrado versión en directo de la canción, la idea es escucharla).

miércoles, febrero 17, 2010

aprendiendo



Supongo que porque ha llegado el momento, porque han pasado el tiempo y las cosas, y porque uno aprende y si no, ¿para qué?; supongo que por todo eso me encuentro aquí, con mi edad, mi mundo, mis ideas y emociones... y me siento conmigo en medio de algo distinto, que tiene mucho que ver con el amor. Con el amor en un sentido muy esencial, empezando por todo lo que uno ama y acabando por todo lo que uno se ama. Acabando ahí porque ahí arranca todo de nuevo, cuando se empieza a comprender y celebrar el simple regalo de la propia vida, y a desear cuidarla. Porque protegemos a lo que amamos de forma natural, pero lo de dentro lo vamos dejando para más tarde y llega un punto en que mirarse al alma de verdad sin sentir dolor es casi imposible.

Hay diversas cosas que han ido perdiendo para mí el sentido con los años, mientras que otras lo han ido ganando, imponiéndose a veces, luego a ratos y cada vez más con la firme intención de quedarse. El amor está en el fondo de toda esa criba, el amor y la honestidad como guías. Pero hay que pasear un ratito por la vida, hacerle preguntas y mirarse al espejo, para ir sopesando el valor de las cosas; hay que haber adorado a dioses incautos y temido a diablos proscritos, para entender que nos cuentan cuentos, con más o menos dosis de algo interesante con lo que quedarse, pero que hay un momento en que la película tiene que ir contigo, en que uno intuye que lo grande de verdad es tan simple que para empezar a verlo hay que haber estado perdido hasta en sueños, haber andado a tientas y chocado duro contra algunas paredes y no haber dejado de buscar; a lo verdaderamente importante hay que haberlo encontrado y haberlo perdido muchas veces para llegar de verdad a sentirlo y a seguirlo.

Lo más largo ha sido aprender a agradecer la vida con todas sus partes mejores y peores, a sentirla en mis manos y saber dejarla sólo en las de quienes demuestran querer cuidar de ella. Sentir eso hoy me sorprende y me emociona, y me asusta un poco aún, porque me doy cuenta de que durante mucho tiempo creí que lo difícil era lo bueno, estar en paz, y me estoy habituando poco a poco a creer en la permanencia de este equilibrio. Aún está cerca lo que caminé, y tuve que sentir frío muy a menudo en el alma y pasear muy cerca de cierto tipo de tristezas para no querer quedarme en ellas; solo después de mirar con dolor adentro y encontrar algo de mí muy solo, empecé a comprender y a cuidar por fin de lo único que es realmente mío por encima de todas las cosas.

Ilustración: "Absolute green", Martine Johanna (http://martinejohanna.com)

domingo, febrero 14, 2010

carnaval y amor

es domingo, a penas he dormido y entra el sol por la ventana. Escuchaba esta canción, que habla de amor, de fuerza, de amistad, y he decidido dedicarle un post, y dedicártelo a ti, que me lees y te paseas por el mundo con tu vida, tus historias, tus amores, como todos. Ahí dejo el mensaje, y el vídeo, para un fin de semana de amor y de carnaval, sin máscaras.

viernes, febrero 05, 2010

el lado oscuro del corazón

Película reencontrada después del tiempo suficiente como para haberla olvidado en gran parte. Fue mi primera vez en el Verdi, hace muchos años ya. Así que, contenta por el impulso del miércoles en el videoclub, comparto contigo el momento, y la recomendación. ¿Cómo describirla? Surreal, romántica, rara... por lo poética, por esas verdades del amor y de la soledad, por su fe en la literatura, en la posibilidad de ser uno mismo, de ser libre. Porque es inteligente, divertida y porque regala poemas de Benedetti y escenas sublimes de sexo con amor.

Te dejo con algunos de los poemas y una de las mejores escenas:

Enamorarse y no

Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Tengo una soledad tan concurrida

Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.

Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.

Sin temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.

Mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.

Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.

Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos
y es una soledad
tan desolada.


( Mario Benedetti)


lunes, febrero 01, 2010

miedo

Hoy me ha entrado miedo, uno que no había explorado antes y que de golpe me asusta enormemente. Le temo al error en mayúsculas, al irreparable, a la equivocación escogida libremente, a jugárselo todo por nada sin ni siquiera haber pensado en la apuesta.

 
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