martes, noviembre 17, 2009

necesidad de relatos

Hoy me he dejado tentar de nuevo por la magia de las noches con serie de televisión. Intento no visitarlas a menudo, supongo que por algún inconsciente impulso de independencia, o por inconstancia, despiste o aburrimiento... en la pausa de tres minutos de Lost en la que me encuentro ahora me ha dado por pensar en esto. ¿Por qué nos gustan tanto las series?¿Por qué hoy en día si no sabes qué es Dharma o quiénes son Ross y Rachel, Ally McBeal, Carrie Bradshaw o el Dr.House (por decir algunos), el mundo parece que sería distinto en algo?. Creo que necesitamos esas historias en nuestras vidas, esos relatos, esos personajes de los que, a modo de una especie de nueva forma cinematográfica de la novela, nos hacemos fieles por capítulos, fans declarados, los bajamos para decidir cuándo verlos, para que no nos limiten su consumo... Solo la mejor y la peor literatura han logrado índices tan altos de audiencia. Como mínimo en tres minutos da qué pensar, no da para sabias conclusiones.
No me puedo considerar una fiel seguidora de las series durante mucho tiempo, o siempre de forma más o menos inconstante o dependiente de otros factores (estar sola o estar acompañada de alguien en concreto, que la den en televisión o haber podido bajarla, o que la tenga el otro, o pedirla a una amiga que nunca te la acaba de dar...). En fin, que a otras cosas sí soy fiel, a algunas hasta demasiado, pero lo de las series me gusta y me disgusta a la vez. ¿Es que las historias de nuestra vida ya no bastan? pues claro que no, nunca fue así. Necesitaremos siempre más relatos, más vidas, más mentiras y más verdades, depende de lo que busque y seleccione cada uno. Claro que sí, relatos de otros para descansar de los nuestros. Relatos que leer, ver o tal vez que escribir... y ya terminó la pausa de tres minutos.

1 comentario:

Nuria dijo...

La realidad nunca nos parecerá suficiente y por eso nos volvemos adictos a la ficción.. o visto de otro modo, a veces la realidad es tan suficiente que utilizamos la ficción para no tener que conformarnos. Pero como a veces eso tampoco resulta del todo satisfactorio, buscamos formatos de ficción de más fácil acceso... en fin, siempre necesitamos nuevos relatos.

 
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