jueves, diciembre 10, 2009

Columna 2

Mi abuelo, el sepulturero, me contaba que había un tonto en su pueblo, soltero por necesidad, que tenía una colección de pedos y eructos en tarros de cristal. Lo descubrió él mismo cuando Pacorro, así le llamaban, murió por causas desconocidas y tuvo que entrar en su casa para meterlo en el ataúd. En una habitación encontró cientos de botes clasificados por fecha, hora y tipo de comida que había precedido a cada acto gaseoso. Nadie se atrevía a abrirlos, así que mi abuelo, acostumbrado a lidiar con lo desagradable, metió sus narices en ellos y comprobó que la asquerosa tontería de Pacorro estaba tan hueca como su cabeza.
El interés por los gases que salen de la boca o del culo siempre ha sido patrimonio de niños o de tarados. Aunque resulta que ahora está de moda también entre los científicos, solo que ellos lo disfrazan de gran descubrimiento que salvará al mundo. Para ello, como el tonto, meten a doscientas ovejas vivas en doscientas cápsulas de cristal, les dan de comer y guardan sus pedos y eructos (y juraría que hasta puede que los huelan, acostumbrados ellos también, como mi abuelo, a lo desagradable). Lo innovador de esta línea de investigación es que, al parecer, por primera vez se han fijado más en la boca que en el culo como fuente de gases, lo cual parecería inteligente a no ser porque luego meten al animal en una cápsula donde todo se mezcla... ¡hasta Pacorro los separaba en botes distintos!.
El caso es que de todo esto resultarán unas nuevas ovejas “verdes” que contaminarán menos gracias a la dieta o a la modificación genética adecuada. Me entra la risa floja con el verde de las ovejas y me pregunto si la investigación de los científicos tiene más sentido al final que el coleccionismo del bueno de Pacorro. Yo creo que les puede pasar algo muy parecido, que mueran por causas desconocidas y mucho tiempo después alguien más listo entre en el laboratorio, vea las cápsulas de cristal y las abra para soltar el vacío con una carcajada. Seguro que para entonces el mundo habrá cambiado mucho y que, con o sin ovejas verdes, aún quedarán tontos.

1 comentario:

Javier López dijo...

¡Muy buenas las dos columnas! Pero me gusta más el Blog, trabajado al gusto del tiempo y muy bonito :). Lleno de poesía, ilustración, cuentos... Un lugar para los que nos gusta todo esto.

Este es mi Journal.

http://scriers.livejournal.com/

Un saludo :).

 
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