
Cuando un amigo te regala un libro, todos los ejemplares del mundo de ese libro son su regalo.  
Hace unas semanas me compré de nuevo el libro que ella me regaló y que yo regalé a otro amigo. Compré de nuevo el ejemplar porque me quedé sin él, pero nunca sin el regalo (al menos como yo entendí el regalo y lo entiendo hasta hoy).
Le leo este poema a ella, ahora, y os lo regalamos a todos:
 
EL AMOR DIFÍCIL
       
           Quizá tú no me viste,
           quizá nadie me viese tan perdido,
           tan frío en esta esquina. Pero el viento
           pensó que yo era piedra
           y quiso con mi cuerpo deshacerse.
       
           Si pudiera encontrarte,
           quizá, si te encontrase, yo sabría
           explicarme contigo.
       
           Pero bares abiertos y cerrados,
           calles de noche y día,
           estaciones sin público,
           barrios enteros con su gente, luces,
           teléfonos, pasillos y esta esquina,
           nada saben de ti.
       
           Y cuando el viento quiere destruirse
           me busca por la puerta de tu casa.
       
           Yo le repito al viento
           que si al fin te encontrase,
           que si tú aparecieses, yo sabría
           explicarme contigo.
Luís García Montero, Habitaciones separadas
 
martes, septiembre 18, 2007
Explicarme contigo
Etiquetas: poesía
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