domingo, septiembre 16, 2007

Ceder terreno


"No se puede rehacer la realidad; tómala como viene. No cedas terreno y tómala como viene"


Philip Roth, Elegía.

A veces empiezo un libro y si las veinte, treinta, cuarenta primeras páginas no me sorprenden lo dejo... abandono. Seguramente me pierda muchas cosas, no justifico mi pereza, pero me sucede eso, a veces.

De las primeras veinte páginas de la novela (y en este punto es candidata al abandono), me he quedado con esta frase que cito, rescatada entre un montón de descripciones un poco aburridas.

La he releído varias veces... y me he quedado en el "no cedas terreno"; lo demás es más obvio. He pensado cómo se hace realmente lo de no ceder terreno, en qué sentido se logra eso de tomar la realidad como viene sin ceder terreno.

Entonces he pensado que probablemente la tristeza se origine en esas cesiones de terreno excesivas que hacemos a veces, y que igual lo necesario sea aprender en la vida a dar y tomar terreno, aceptando la realidad y sonriéndole todo lo posible... y a no darse por vencido cuando la realidad a veces tiene menos gracia.

2 comentarios:

ChusdB dijo...

A veces ocurre que, al ir cediendo pequeñas porciones de terreno (por pereza,porque sí...), no hacemos otra cosa más que empequeñecer nuestro horizonte...

b. dijo...

quizás ocurra eso... como acotarlo tanto que al final ya no puedes moverte, y pierdes tu lugar en la realidad... y hasta hay quien se vuelve loco, y quien se acaba.

 
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