jueves, octubre 18, 2007

18 de octubre

A los invitados a mi fiesta les he pedido que traigan un poema, suyo o no, solo un poema que escojan para traerlo y compartirlo aquí, en mi casa, en su casa. Porque la poesía es una ventana al alma de quien la escribe y de quien la lee, y así es como yo entiendo las relaciones con las personas a quienes amo, con toda el alma abierta.
Ahí va la mía, algunas ideas de la madrugada de ayer, con la emoción infantil de esperar a que amanezca para que fuera mi día... un 18 de octubre más, el número 29.

Una madrugada como esta,
octubre abierto entre dos piernas,
me dieron luz, vine al mundo,
hambrienta.

Hoy conmemoro el azar,
de existir sin más ni menos,
celebro la simplicidad
del surgir, del ser, del tiempo.

Nacemos tras dos instantes
de certeza entre las piernas,
y crecemos desde entonces,
a tientas.

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