domingo, enero 06, 2008

noche de reyes

Hoy, en el edificio de los mil ojos que miran hacia el mar y hacia la vida, he vivido una noche de ilusión y bondad en estado puro. He admirado y compartido el esfuerzo de tanta gente por lograr que todo en aquel pequeño mundo lleno de ventanas se visitera de música y de fiesta, de alegría y de vida.

Me quedo con la mano de Fátima, con la abuela de Paúl, con los padres de Jara y los de Albert, con la niña lejana del pelo rojo, con cada voluntario, con la música, los abrazos, la sonrisas... me quedo con todo, porque todo eso esta noche me ha hecho ser un poco mejor quien soy.

La magia de los Reyes no son ellos, son los niños, los que lo son aún en aquel lugar y en el mundo, a pesar de todo, y los que lo llevamos dentro... aunque crecimos.

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